domingo, 27 de noviembre de 2011

Adviento 2011

Llega el tiempo de la espera y la esperanza. El tiempo de preparar caminos…¿En qué consiste esa esperanza? ¿De qué está hecha esa confianza en que Dios sigue viniendo? ¿Cómo se enciende esa luz que rompe tinieblas, noches, sombras y que ilumina los rincones más oscuros? Y es tan humano el esperar y ponerse en camino, el desear y luchar por algo, el creer cuando todo parece invitar al descreimiento…

Recuerdo, en este tiempo de adviento, la historia grande de la que soy parte. Recuerdo que Dios lleva viniendo mucho tiempo (en lo grande y en lo pequeño)

Esperamos porque sabemos lo que puede llegar. A veces lo intuimos. Otras lo soñamos. En ocasiones sencillamente queremos que las cosas sean diferentes. Imaginamos futuros mejores, para nosotros, para los nuestros, pero sobre todo para aquellos cuyos presentes son sombríos

Entonces se enciende una luz en nuestra entraña, se escucha una voz que, muy hondo, muy dentro, muy suave, susurra: “¿Por qué no? Y el deseo se convierte en urgencia, en anhelo, y quema e inquieta... El deseo es también llamada, y algo me dice: “luchá por lo que deseas”, y eso es adviento…

Adviento…es la consciencia de haber recibido una promesa y confiar en ella: como Abraham, y Moisés, y Zacarías, y María, y José, y Pedro, y tantos otros hombres y mujeres, que un día escucharon una palabra que les hablaba del futuro… y confiaron.Dios nos ha prometido venir, y seguir viniendo. Nos ha prometido las bienaventuranzas, y aunque es de locos, lo creemos. Nos ha prometido la Vida que vence al mal, y una lógica en la que el lobo ya no amenaza al cordero… y aunque nos llamen ingenuos, ilusos, necios o ciegos…LO CREEMOS.

MI BLOG: http://mjd-milagro.blogspot.com/

martes, 1 de noviembre de 2011

Ser dominico me ha dado todo lo que soy


¿Cómo fue tu vocación?

Hay una cierta manía de preguntar a los niños qué van a ser de mayores y que suelen responder con lo que les gusta en ese momento. Pienso que también me preguntarían a mí más de una vez… y una vez debí decir que “cura”. La razón la desconozco… pero se me quedó ahí… en el corazón…

Después fue un largo proceso de búsqueda adolescente, de preguntarme y preguntarnos los amigos por el futuro de nuestras vidas. Yo no acertaba a definir mi futuro, y con frecuencia surgía aquella respuesta grabada en el corazón de mi infancia. Hay quien dice que “las cosas que se graban en el corazón de un niño, quedan grabadas para siempre”.

Tras los estudios para la entrada en la universidad vino la decisión, y las personas que me ayudaron, indirectamente, me orientaron a los dominicos (en mi ciudad de Burgos, entonces no había dominicos, si en la provincia). Pero a los dominicos y a Santo Domingo… no los conocía de nada, pero “los caminos del Señor…” Yo buscaba seguir a Jesús y compartir mi vida con los demás. Cuando por fin me decidí, me sentí apoyado por mi familia y mis amigos.

Y fue conocer a los dominicos y amar esa elección… y seguir hasta hoy, sin volver la vista atrás y sin arrepentirme en mi elección; resultó el “ven y verás” (Jn 1,39). Por supuesto que ha habido, eran tiempos de inquietud y de dificultad, de sacrificios y de esfuerzos, de cierta duda y de temor, de búsqueda y de oración, de compartir anécdotas e historias, de penas y de alegrías…, pero como lo hay en toda vocación y elección de la vida.

¿Cómo vives la llamada de Dios en tu trabajo/ocupación/ministerio actual?

La vida en la Orden, con su rico carisma y su familia dominicana de frailes, monjas religiosas y laicos, me ha llevado por otros caminos…, que nunca había soñado y, puedo decir, que estoy feliz y agradecido por todo. Guardo un grato y fraterno recuerdo de todas las comunidades con las que he compartido mi vida y en las que me he ido haciendo y sentido acogido fraternalmente… es la fraternidad dominicana. La Orden me ha ofrecido mucho más de lo que pensaba, en definitiva todo lo que soy.

¿Qué podrías decirle a alguien que se plantea su vocación?

Que se atreva a dar el primer paso, compartirla con alguien que le pueda ayudar, “lo demás vendrá por añadidura” (Mt 6,33), y que se fíe de Dios. Y, siempre, que cuide esa vocación y confíe en las personas que van apareciendo en su camino, porque seguro que le van a ayudar. Mientras, orar y esperar, como María y como tantos personajes bíblicos: “preguntar y preguntándose”, “como será…, aquí estoy…”. Siempre le van a presentar un ideal, pero ha de pensar que “los ideales son como las estrellas, nunca se alcanzan, pero iluminan el camino” (Demócrito). Siempre, de Santo Domingo, le van a presentar lo que dejó en herencia a sus hijos: “abrazad la caridad, observad la humildad y poseed la pobreza voluntaria”.

¿Qué pregunta te harías a ti mismo?

Hay varias muy comunes que con frecuencia te hacen: ¿eres feliz…, te sientes realizado…, volverías a ser lo mismo si…? Creo poder decir que como dominico me siento realizado, logrado, contento… en mi vida y en mi elección, y que no cambiaría la que un día realicé; claro que sí cambiaría algunas cosas o actitudes… tomadas equivocadamente en algún momento, errar es humano y ayuda a aprender.

Y otras preguntas que debes hacerte tú: ¿has sido fiel a la llamada de Jesús, a tu ser de religioso dominico, a tu sacerdocio…? Lo difícil y comprometido es dar una respuesta plena, siempre encuentras algún pero…

Ser dominico me ha dado momentos de gran felicidad y alegría que he compartido con frailes…, con mi familia y con muchas personas; los momentos que me ha tocado vivir, me he sentido acompañado, ayudado, respetado y animado en lo bueno y en lo difícil… y me ha abierto caminos de Dios y de su Evangelio. Ojalá sepa “dar a los demás, lo vivido y recibido en mi vida dominicana”.

LINK texto completo: http://ser.dominicos.org/frailes-de-hoy-en-dia/ser-dominico-me-ha-dado-todo-lo-que-soy








Mi BLOG: mjd-milagro.blogspot.com/











sábado, 29 de octubre de 2011

Si creyera tan sólo en lo que veo...

Si creyera tan solo en lo que veo,
creería tan poco,
tan poco…

No creería en la aurora
que, oculta entre los grises colosos
de nuestras ciudades anónimas,
cada mañana resucita la vida.

No creería en la levadura,
fermento humilde del pan
que día a día obra,
discreta y olvidada,
el milagro de saciarnos.

No creería en la semilla
ni en la fuerza apasionada que la impulsa desde la tierra
para que pueda abrirse paso y darnos fruto
desde lo pequeño, lo sencillo, lo oculto.

Ni creería en los bosques,
en su crecer tranquilo y sereno
frente al ruido que nos aturde
cuando unos pocos árboles caen
y ellos callan.

Y es que si creyera tan solo en lo que veo,
creería tan poco,
tan poco…

No creería en los maestros,
porque ellos no creerían
en la sonrisa que todavía no es,
en la ilusión que solo es cuando sonríe.

Ni creería en el silencio;
ni querría aprender a escucharlo,
a sentir la voz de lo profundo
cuando enmudecen mis historias y mis histerias,
mis ruidos y mis miedos.

No creería en la paz ni en la justicia,
ni en el poder de la alegría
ni en la fuerza del ejemplo.
Tampoco en el viento.

No creería en el futuro
que tenemos entre nuestras manos,
en la esperanza de hacerlo nuevo.
De hacerlo bueno.

Ni creería en las estrellas que no vemos
desde este edén de sueños y hormigón.

Si creyera tan solo en lo que veo,
no creería en el atardecer
que se pierden casi todos.


Y no creería en VOS,
que me haces ver todo en todos
y a VOS en todo.
Y así creer en lo que veo.


http://mjd-milagro.blogspot.com/

jueves, 29 de septiembre de 2011

ESPERANZA...


A vos te escribo ESPERANZA:

Será locura quizás, delirio, invento, pero casi puedo verte TU rostro hoy, puedo "personalizarte" de algún modo.

Ahí estás otra vez, de un modo que ya te conozco, queriendo posicionarte en mi corazón en un tiempo y espacio concreto. Me invitás a mirar lejos, horizontes, futuros y proyectos; y no sé si la edad, las experiencias, los caminos y huellas que miro cuando volteo sobre mí misma...algo me hace sentir esta vez que puedo impregnarte de cierta ganas de presente, de paso a paso, de calma.

Esperanza, vos sos verdad para mí. Te creo desde siempre, te creo el sentido en el sueño y en la espera. Pero ahora, te contemplo también en cada paso que doy: ahora, ya, en este instante te intuyo plena y cierta.

¿Qué vas a decirme cuando logre despejar los recuerdos y los planes?

¿Qué podrás decirle a mi alma en susurro esta vez?

...la paciencia de insistir, te pido esa constancia que a veces no me es propia.

Que te vuelvas espejo y yo me vea; y te vea al mirarme cada día a los ojos.

Que no descrea de vos. Que es casi lo mismo que no descreer de mí.

Esperanza te llamo, te canto, te digo, te abrazo, te creo, te recibo, te espero,me entrego...una vez más


http://mjd-milagro.blogspot.com/

domingo, 4 de septiembre de 2011

Tú me has seducido, Señor


El riesgo está en considerar un «caso límite» el de Jeremías, creer que la suya es una experiencia «irrepetible». Por eso, ante la dolorosa lamentación del profeta nos sentimos en la obligación de conmovernos por el drama que subyace o bien de escandalizarnos por la dureza del lenguaje que emplea. Y nada más. Pero lo que deberíamos hacer es intentar «meternos» en esa oración y ver un poco cómo se está dentro de ella. Una lectura del desahogo apasionado de Jeremías.
«Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; me forzaste y me pudiste... ».

¿Intentamos una traducción libre? Sería ésta, más o menos: ... Me has cazado, Señor. Era inevitable.

Después de aquel encuentro, de aquel momento que tú conoces, ya no soy yo. Todo ha cambiado en mi vida.

Las cosas que tanto me apasionaban antes se han evaporado, me resultan insípidas e incoloras, han perdido todo su atractivo. Me parecen inconsistentes, engañosas. Las miro con desapego, sin ninguna añoranza. Y esas realidades que antes me apasionaban me dejan totalmente indiferente.

Tengo una sensación de extrañeza, de no pertenencia, respecto a ese mundo de las apariencias...

No compito para aferrar la porción efímera que muchos reclaman. Pero precisamente por eso no siento la necesidad de celebrar triunfos, de sumarme en los coros que cantan hosanna, de colarme entre los que quieren combatir batallas anacrónicas con palabras y fórmulas que sólo comprometen a la boca. Intento no dejarme engañar por aspectos superficiales y aparentes, no dejarme guiar por cálculos oportunistas, no dejarme llevar por lo fácil.

Me reservo el derecho a emplear mi cabeza cuando se trata de pensar y, naturalmente, el derecho a utilizar mis brazos cuando se trata de ponerse a trabajar. Hablo cuando sería más cómodo callarse. Y guardo silencio cuando sería fácil ponerse a hablar. Intento ser fiel… dar testimonio huyendo del espectáculo.

Me has forzado, Señor. Te has aprovechado de un momento de debilidad. Te has dado cuenta de que estaba insatisfecho. Empezaba a sentirme mal entre las medias tintas. La mediocridad me causaba un ligero disgusto. Buscaba otra cosa.

Por un instante abandoné las defensas y VOS entraste; desacomodaste mi vida, revolviste mis pensamientos y mi corazón. Me has hecho propuestas increíbles, inimaginables. Me has presentado exigencias impensables, hasta imposibles. Y yo me dejé cazar. Tengo hasta miedo de haber perdido la cabeza.

La soledad. Ahora estoy viviendo una situación poco confortable. Después de escuchar tu voz, hay otras voces que ya no tienen poder alguno sobre mí. Habiendo tomado en serio tus palabras, las demás no me dicen nada. Después de haberme decidido a seguirte, he rechazado otras compañías (quizás más tranquilizadoras, menos exigentes). He tomado decisiones, he hecho opciones, que me han excluido automáticamente del juego y de las cosas poco serias.

Al no conformarme con «la mentalidad de este siglo», al rechazar las modas y las ideologías dominantes, al repudiar el conformismo (y también aquel anticonformismo de labios afuera que es la forma peor de conformismo), me he convertido sin remedio en un hombre contra. «Hombre contra» respecto a la marcha general, la vulgaridad desmedida, las arrogancias descaradas, las hipocresías aceptadas por todos.

La desconfianza, la incomprensión, el descrédito son pesos bastante incómodos de llevar.
Y encima, Señor, después de tu seducción inicial, no eres muy condescendiente conmigo.
Con frecuencia no te dejas sentir. Me pareces lejano, ausente. Diría que estás «en otra parte». Tu mano, frecuentemente, o se me niega o se posa en mi piel como una caricia francamente áspera.

Tengo momentos de cansancio, de desorientación, de desaliento. No dudo en lamentarme, en discutir contigo, como Jeremías, aunque con un tono algo más controlado.
A veces me entran ganas de dejarlo todo, porque tengo la impresión de que no vale la pena, de que el precio es demasiado elevado, de que la carga es insoportable.

«Me dije: no me acordaré de él, no hablaré más en su nombre». Todos están distraídos, o indiferentes. Todos quieren oír otras cosas. Más vale resignarse, no complicarse la vida, vivir en paz y dejar tranquilos a los demás; eso es lo que quieren. También yo, después de todo, tengo derecho a una vida serena. «Pero... ». No había tenido en cuenta ese «pero». Pensaba quizás que era simplemente cuestión de dejarlo, de marcharme, de quitar el cartel de la puerta. «Pero la palabra era en mis entrañas fuego ardiente, encerrado en los huesos; intentaba contenerla, y no podía...».
Se puede apagar el interruptor. Pero el incendio es otra cosa. Me has entregado... carbones ardientes. Has avivado un incendio en el terreno de mi corazón. Es inútil resistir. Lo he intentado, lo sigo intentando, pero no puedo nada contra el fuego. Aunque eche encima las cenizas del quehacer o del desaliento, no logro sofocarlo. Y cuanto más hago por ignorarlo, mayor se hace mi tormento.
Finjo que obro como los demás, intento «parecerme» a ellos, pero no puedo. Siempre hay algo que me traiciona. Tu nombre me ha quemado.

La cabeza que he perdido ya no se me devuelve. Y cuanto más intento acomodarme a las normas del sentido común, de la prudencia humana, de cálculos egoístas, de racionalidad, más aumenta mi sufrimiento.

Llevo el fuego dentro. Pero no me siento fanático. Más aún, precisamente porque llevo fuego en el corazón, no puedo ser un fanático. El fanático, a pesar de las apariencias, está hecho de hielo: El celo del intolerante se alimenta de hielo, no de fuego. La intensidad del amor se mide por el respeto, por el pudor, no por la exaltación.

Lo he comprendido. Tengo que resignarme a ser un «enamorado». He caído. Y la única salvación, para mí, es no salir de esa situación. Jeremías grita, ronda con la blasfemia. Pero no dice: «Me has desilusionado».

Tampoco yo lo digo. Pueden desilusionarme los otros…puedo engañarme yo mismo, mi miedo a arriesgarlo todo. Pero VOS no me engañas, ni siquiera cuando callas, cuando te niegas, cuando me expones a situaciones incomodas, cuando pretendes lo imposible. Me comprometes, pero no me engañas. Me causas problemas y fastidios en serie, pero no me engañas. Y si sigo quejándome porque he perdido la cabeza, me haces comprender que debo perderla un poco más...


MI BLOG: http://mjd-milagro.blogspot.com/

jueves, 18 de agosto de 2011

Fray Bruno Cadore MO (extracto carta JMJ 2011)

"En el momento en que la Iglesia ha sido invitada por su Santidad el Papa Benedicto XVI a una renovación de su misión evangelizadora, el Encuentro es particularmente importante para la Orden de Santo Domingo. Con la fundación de la Orden, cercana ya a celebrar ocho siglos de existencia, Santo Domingo quería responder a las necesidades de su tiempo, al llamar a hombres y mujeres a proclamar, por medio de la amistad y la fraternidad, la especial Buena Nueva de Jesús, el Hijo de Dios que ha venido ha establecer su morada en medio de los hombres, para realizar ¡la Alianza de Dios con la humanidad! Me atrevo a decir, que ahora para continuar con esta misión, la Orden tiene que ponerse a la escucha de los jóvenes que llevan los gozos y esperanzas, las tristezas y las angustias de nuestro tiempo. Ella tiene la necesidad también de buscar con ellos, el modo de hacer comprender esta Buena Nueva a los jóvenes de su generación. Esto muestra la importancia del Movimiento Juvenil Dominicano para la misión de la Orden hoy, de la que muy fraternalmente doy la bienvenida a sus representantes".

http://mjd-milagro.blogspot.com/

sábado, 6 de agosto de 2011

Santo Domingo y el ideal dominicano

La vida de Santo Domingo es el ideal mismo de vida de los dominicos, el ideal que la Orden de Predicadores y cada dominico quiere construir en su vida, un ideal de plenitud de vida que ilumina desde hace ochocientos años uno de los proyectos de vida cristiana más apasionantes que se puedan imaginar.

Pese a que nos parezca extraño a los dominicos, la figura, la imagen, la memoria de santo Domingo de Guzmán es muy poco conocida en nuestra Iglesia. No es de los santos más populares. No es tan conocido como un Ignacio de Loyola ni como un Francisco de Asís. No es un santo milagrero que sea patrimonio de la religiosidad popular ni es un santo especialmente llamativo por su vida para que pueda despertar la curiosidad de los creyentes... y eso que la vida de Nuestro Padre, al menos para quien esto suscribe, es apasionante... Vivió largos viajes, conoció más de media Europa, contempló guerras y hambrunas, conoció a las más importantes figuras de su tiempo, se relacionó con reyes y mendigos, con papas y cardenales y herejes, estuvo en los acontecimientos más importantes de su época, vio nacer ciudades y proyectos como las Universidades, y jugó un papel destacado en la gestación de un nuevo modo de Iglesia y de sociedad, vivió en sí más vidas que muchos hombres, fue el protagonista de su propia historia... una vida apasionante... pero poco conocida.

No sé decir muy bien por qué ha sido así. Quizás porque los frailes dominicos a lo largo de la historia nos hemos preocupado más por vivir como él vivió -al menos intentarlo...- que a contar lo que él vivió. Lo cual por otra parte es sumamente interesante.

Nunca podrá haber dos dominicos iguales y a la vez cada dominico llenará su vida con los mismos ideales, con los mismos valores, con la misma identidad profunda, la del carisma de santo Domingo.

Quizás es una obviedad pero no todo el mundo puede ser dominico. Igual que no todo el mundo puede ser cartujo o jesuita o trapense. Cada vocación tiene sus propias exigencias, su propia idiosincrasia, y en lo dominico hay mucho de ésto. Me temo que si alguien no es capaz de cierta capacidad de improvisación, de creatividad, de dejarse llevar por el viento y la libertad del Espíritu, poco encajaría en lo dominicano. La dimensión de la responsabilidad personal en el camino de la vida religiosa, una querencia afectiva y humorística por lo comunitario, una vía profunda contemplativa, y por sobre todo una profunda veta de libertad personal, de construcción de uno mismo en el camino de la fe... junto a los hermanos, ciertamente, en comunidad, pero sobre todo uno mismo en libertad... libertad que no es sino la otra cara de la responsabilidad ante la fidelidad a Dios mismo... Si alguien no goza de esa sana veta libertaria, me temo que no encajaría muy bien como dominico...

Así lo entiendo yo, pero seguro que otro dominico diría cosas muy diferentes. Y es que ese es otro rasgo genial de lo dominicano. Tengo para mí que somos muy humanos, muy de lo concreto... aun cuando podamos estudiar y predicar las cosas más abstractas que existan... en el fondo se trata de cómo cada dominico encarna en sí mismo, de una manera única, irrepetible, concreta, fascinante, plural, distinta a la de todos los demás, el mismo ideal que llena a todos los dominicos, el de la predicación, el del seguimiento de Jesucristo como una vez lo hizo santo Domingo de Guzmán y en los cauces que fue habilitando éste para hacer vida esa predicación y ese seguimiento: el proyecto de la Orden de Predicadores. Con su identidad de la misión de la Predicación desde la comunidad, el estudio, la contemplación, la compasión, la pobreza, la itinerancia, la libertad personal, la curiosidad y la búsqueda de la frontera, el sentido democrático de gobierno y decisión entre todos...

La obra de toda una vida, de toda la vida de santo Domingo, fue la Orden de Predicadores. No fue un proyecto medido y tasado desde el principio, un plan perfectamente meditado y preconcebido que fue desarrollando... más bien la Orden nació de la propia vida de Domingo, de ir respondiendo con toda su vida a las situaciones que le iban saliendo al camino, desde el evangelio y el seguimiento de Jesucristo.

En santo Domingo podemos ver cómo crece y como evoluciona su vida, cómo aprende, cómo cambia, cómo va desarrollándose, viviendo, caminando intentando hacer vida del evangelio en cada momento concreto, en cada situación concreta a la que un recodo del camino de la vida le lleva. Aprende, se deja llevar de la mano por Dios hacia donde Él quiere llevarle, pero no de un modo pasivo o de brazos caídos, sino queriendo ser agente activo de lo que le sucede y le ocurre, queriendo siempre crecer, caminar, avanzar en el camino de Dios... sabiendo que el protagonista último de su vida no es él mismo, sino el mismo Dios. Y ese camino le lleva al proyecto de la Orden de Predicadores como el sentido natural de su vida, una vida que le ha ido preparando para que la Orden fuese reflejo de su propia identidad, de su propio carácter.

La Orden de Predicadores se gestó a lo largo de toda la vida de santo Domingo de Guzmán. Podemos decir que la Orden existía en él antes de existir realmente, que la Orden fue cobrando vida a lo largo de la vida de Domingo, que antes de nacer como institución estaba cobrando vida en su vida. Así los distintos rasgos de identidad de los dominicos se ven nítidamente en la biografía de Domingo antes de fundar propiamente la Orden. Lo vemos en Palencia sumergiéndose en el estudio; también allí vendiendo los libros y dejándose ganar por la compasión; lo vemos en Osma aprendiendo la vida comunitaria y la contemplación; y lo vemos con sus viajes a las Marcas descubriendo el papel de la itinerancia que rompiera la estabilidad tanto monástica como secular de su tiempo; es así con el sur de Francia y su contacto con los cátaros para descubrir la inmensa riqueza de la pobreza voluntaria; es el descubrimiento de la Predicación como motor de toda su vida, lo que siempre hizo y lo que quiso hacer desde niño, buscar los horizontes de las cosas nuevas, lo desconocido, las fronteras; es el valor de la individualidad y la independencia y la libertad personal -el tiempo solo en el Languedoc- en nexo ineludible con ser y sentirse y construir una comunidad de hermanos predicadores -con los compañeros que se le fueron uniendo para la misión de la Sagrada Predicación y para la organización de la Orden-; es la asunción de un gobierno democrático que entre todos decida lo que a todos compete, en la elección de su Regla de Vida y en el modo de organizar la vida religiosa y la misión de la Orden. Vemos como la misma vida de santo Domingo encarna el ideal de su Orden.

La vida de Santo Domingo se convierte así en el ideal mismo de vida de los dominicos, en el ideal que la Orden de Predicadores y cada dominico quiere construir en su vida, en un ideal de plenitud de vida que ilumina desde hace ochocientos años uno de los proyectos de vida cristiana más apasionantes que se puedan imaginar. La vida de santo Domingo de Guzmán es así un ideal de santidad, no obviamente para repetir lo que hizo, sino para llenar nuestra vida del mismo ideal y del mismo sueño que él tuvo: seguir a Jesucristo en el camino de la predicación, alcanzar a Cristo haciendo que los demás lo alcancen.

Fr. Vicente Niño Orti

MI BLOG: http://mjd-milagro.blogspot.com/

lunes, 4 de julio de 2011

Características de la predicación y actitudes del predicador

PREDICACION COMPASIVA


Exige una actitud de profunda compasión hacia la gente, especialmente hacia aquellos que se encuentran “lejos”. Sólo la compasión puede remediar nuestra ceguera y hacer posible que veamos los signos de los tiempos. La compasión nos lleva a la humildad en nuestra predicación humildad por la cual estamos dispuestos a escuchar y a hablar, a recibir y a dar, a dejarnos influir e influenciar, a ser evangelizados y evangelizar. Esta compasión y humildad proviene únicamente de una profunda unión con Dios en Cristo. Estamos unidos con Dios cuando imitamos la compasión y el humilde servicio de Cristo. La compasión y la humildad son fuentes de las que emana el conocimiento de los signos de los tiempos, impregnado de oración y contemplación. Contemplamos así a Dios, que se nos ha revelado a través de la Sagrada Escritura y que manifiesta su voluntad en los signos de los tiempos.

PREDICACION INCULTURADA Y ENCARNADA


Exige una profunda sensibilidad para con las diversas visiones de la realidad que tienen otras religiones, otras culturas, otras filosofías (encarnación e inculturación). Implica una educación para saber esperar, para aprender, para convertirse, para formar parte, asumir y ayudar a purificar y elevar lo que encontramos en esas religiones, culturas y filosofías.

PREDICACION PROFETICA

Es proclamación no del propio conocimiento, sino de la Palabra de Dios vivo y vivificante, anuncio íntegro del Evangelio revelado que contiene palabras de vida eterna. No es posible omitir el análisis serio de "los signos de los tiempos", que procede de principios sobrenaturales y es iluminado por la oración. Para discernir los signos de los tiempos debemos atender diligentemente al clamor de los pobres, los oprimidos, los marginados y los torturados, y de todos aquellos que, por motivos de raza, religión y denuncia contra la injusticia, sufren persecución. Dios nos habla a través de estos clamores y también a través del silencio de los que no tienen voz y viven en apatía, soledad y desesperación.

PREDICACION ITINERANTE

Somos hombres y mujeres en marcha. La itinerancia es, en primer lugar, un concepto espacial que implica una disposición para ir en camino, para viajar, pero nuestra predicación pide una itinerancia social, cultural, ideológica, económica. Es un aspecto de la espiritualidad dominicana que debe informar toda nuestra vida y que se nutre de diversas experiencias bíblicas del Antiguo Testamento y del mismo Jesús, “Camino” a quien Domingo ha querido seguir como verdadero varón evangélico.

PREDICACION COMPARTIDA

Nuestra predicación no es un esfuerzo solitario de individuos aislados. Por eso exige una, para el trabajo en equipo, para apoyar el esfuerzo de los demás mediante el interés mostrado, la animación y la ayuda efectiva. Estas actitudes tienen sus raíces en los elementos esenciales de nuestra vida dominicana: la vida común, la vida de oración contemplativa, el estudio asiduo, una comunidad fraterna, la consagración por los votos. La comunión y universalidad de la Orden informan también su gobierno en el cual sobresale la participación orgánica y proporcionada de todas las partes para realizar el fin propio de la Orden. Es un gobierno comunitario a su manera y es por cierto apropiado para la promoción de la Ordeny para sufrecuente revisión.

Fr. Carlos Azpíroz O.P
Extracto de la conferencia
pronunciada en la LXI
Asamblea de la Unión de Superiores Generales
(noviembre 2002)

lunes, 27 de junio de 2011

La vocación del predicador


La vocación del predicador nace de la gracia. Una persona no se llama a sí misma para predicar, es llamada por Dios. Al mismo tiempo hay que reconocer que la predicación es una responsabilidad nuestra.

Tenemos que ser responsables, tomar en serio esta misión, para que Dios haga fructificar nuestras pobres palabras, haciendo de ellas un instrumento de la Palabra de Dios.

La Predicación es el anuncio de la presencia activa y salvadora de Dios en medio del mundo y de la historia. El predicador reconoce que las mismas huellas de Dios que se encuentran en la Biblia se encuentran también en el mundo de hoy, trazando un camino de salvación que pasa por el corazón de nuestros tiempos. La predicación anuncia esta presencia fiel de Dios, hecha realidad en la persona de Cristo… A ese anuncio del Dios-amor, estamos todos llamados a responder con acciones concretas.

Fr. Brian J. Pierce, O.P, La vocación del predicador




http://mjd-milagro.blogspot.com/

viernes, 10 de junio de 2011

Mes del Sagrado Corazon- 2011


CORAZÓN DE JESÚS, DÉJAME FUNDIRME EN VOS

Dejame fundir mi historia en tu Corazón
con toda su carga de debilidad,
y entregar a tu misericordia lo que tu amor dejó atrás.

Dejame fundir mis ojos en tu Corazón
hasta mirar reconciliado mi propia realidad.

Dejame fundir mis oídos en tu Corazón
hasta escuchar lo que jamás imaginaron que podías
y querías pronunciar: “Yo te perdono; quédate en paz”.

Dejame fundir mi boca en tu Corazón
hasta aprender en el silencio a decir: “Abbá”.

Dejame fundir mi rostro en tu Corazón,
hasta encontrar hecho niño el asombro,
con que un día me acercaba hasta tu altar.

Y si ves que a las puertas de fundirme,
mi miedo me detiene y te dice: “¡Basta ya!”,
que tu mano en mi cabeza, me responda:
“Tan sólo, déjate amar”.


Javier Albisu s.j

jueves, 26 de mayo de 2011

Frente al sagrario



«Recuerdo que me llamaba mucho la atención el ver a una catecúmena que se pasaba horas muertas arrodillada ante el sagrario.

Llegaba a la Capilla y avanzando con ese silencio peculiar de quien está acostumbrado a andar descalzo y sin ruidos desde la infancia, se acercaba al Señor cuanto su respeto se lo permitía y allí permanecía indiferente a cuanto le rodeaba.



Un día nos tropezamos cuando ella salía. Empezamos a hablar y poco a poco, sin extorsiones ni violencias arrastré el tema de la conversación hacia sus visitas al Santísimo. En un momento en que me dio pie para ello con una de sus frases pregunté:



- ¿Qué hace usted tanto tiempo ante el sagrario?




Sin vacilar, como quien tiene ya pensada de antemano la respuesta, me contestó:
- Nada.




- ¿Cómo que nada? -insistí-. ¿Le parece a usted que es posible permanecer tanto tiempo sin hacer nada?




Esta precisión de mi pregunta que borraba toda posible ambigüedad pareció desconcertarle un poco. No estaba preparada para este juicio de investigación, por eso tardó más en responder.



Al fin abrió los labios:
- ¿Que qué hago ante Jesús? Pues... ¡estar! -me aclaró.




Y volvió a callarse. Para un espíritu superficial había dicho poco. Pero en realidad no había callado nada. En sus pocas palabras estaba condensada toda la verdad de esas horas sin fin pasadas junto al Sagrario. Horas de amistad. Horas de intimidades en las que nada se pide ni nada se da. Solamente se está.




Desgraciadamente son muy pocos los que saben comprender el valor de este “estar con Cristo”, pues para ser real “estar” tiene que encerrar una entrega a Cristo en el Sagrario que no tenga otro objeto que estar -sin hacer nada, con el fin de acompañar- si a esto se le puede llamar no hacer nada.»


Pedro Arrupe: "En Él solo la esperanza"


http://mjd-milagro.blogspot.com/

miércoles, 23 de marzo de 2011

25 de marzo/ Anunciación del Señor

"TODAS LAS HISTORIAS
COMIENZAN Y TERMINAN
HABLANDONOS DEL AMOR"
ANUNCIACION 2011
GRACIAS
MIS HERMANAS DOMINICAS
DEL SANTO ROSARIO
POR TANTO AMOR COMPARTIDO
(2003-2011)


http://mjd-milagro.blogspot.com/

miércoles, 16 de marzo de 2011

Cuaresma 2011




¿Quién?
(Luis Guitarra)

¿Quién escucha a quién cuando hay silencio?
¿Quién empuja a quién, si uno no anda?
¿Quién recibe más al darse un beso?
¿Quién nos puede dar lo que nos falta
¿Quién enseña a quién a ser sincero?
¿Quién se acerca a quién nos da la espalda?
¿Quién cuida de aquello que no es nuestro?
¿Quién devuelve a quién la confianza?
¿Quién libera a quién del sufrimiento?
¿Quién acoge a quién en esta casa?
¿Quién llena de luz cada momento?
¿Quién le da sentido a la Palabra?
¿Quién pinta de azul el Universo?
¿Quién con su paciencia nos abraza?
¿Quién quiere sumarse a lo pequeño?
¿Quién mantiene intacta la Esperanza?.
¿Quién está más próximo a lo eterno:
el que pisa firme o el que no alcanza?
¿Quién se adentra al barrio más incierto
y tiende una mano a sus “crianzas”?
¿Quién elige a quién de compañero?
¿Quién sostiene a quién no tiene nada?
¿Quién se siente unido a lo imperfecto?
¿Quién no necesita de unas alas?


sábado, 19 de febrero de 2011

Todo llega a su tiempo

Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal.


Pero sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato.


Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo, vendrá a tus manos en el momento oportuno.


Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas.


Espera con paciencia a que maduren los frutos para poder apreciar debidamente su dulzura.


No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes.


No revuelvas una herida que está cicatrizada.


No rememores dolores y sufrimientos antiguos.

¡Lo que pasó, pasó!


De ahora en adelante procura construir una vida nueva, dirigida hacia lo alto

y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás.


Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó.


Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla.


No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer.


No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar.


No trates que otros cambien; sé VOS el responsable de tu propia vida y trata de cambiar.


Deja que el amor te toque y no te defiendas de él.



Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo.
No sufras por lo que viene, recuerda que “cada día tiene su propio afán”.


Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad;

una persona que te entienda, te apoye y te acompañe en ella.


Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona,

despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio.


Aprende a mirarte con amor y respeto, pensá en vos como en algo precioso.


Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti.


Que tu alegría sea contagiosa y viva para expulsar la tristeza de todos los que te rodean.


La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido,

iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros.


Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma, por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas, serán iluminados por tu luz.


Trabajo es sinónimo de nobleza.


No desprecies el trabajo que te toca realizar en la vida.


El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor.


No existen trabajos humildes.


Sólo se distinguen por ser bien o mal realizados.


Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño y así te valorarás a vos mismo.


Dios nos ha creado para realizar un sueño.
Vivamos por él, intentemos alcanzarlo.



Pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos,

quizás entonces necesitemos hacer un alto en el camino

y experimentar un cambio radical en nuestras vidas.



Así, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo haremos.
No te des por vencido, piensa que si Dios te ha dado la vida,

es porque sabe que tú puedes con ella.


El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado,

sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino.


Vos y sólo vos elegís la manera en que vas a afectar el corazón de otros

y esas decisiones son de lo que se trata la vida.
Autor: Mahatma Ghandi (Alma Grande)

MI BLOG: http://mjd-milagro.blogspot.com/

martes, 15 de febrero de 2011

Santo Rosario



El Rosario es como una cita cotidiana con Dios a través de María.

El Rosario, es el amor que nunca se repite de nuevo

El Rosario, es una oración por la paz y que da la paz a quien la recita.

El Rosario, es el Evangelio con María.



http://mjd-milagro.blogspot.com/

Irak + Justicia y Paz (IDI febrero 2011)

Recuerden... ¡tenemos familia en Irak!

La presencia Dominicana en Mesopotamia data de los primeros días de existencia de la Orden. En 1235, tres frailes Dominicanos viajaron a Bagdad, “un centro brillante de cultura y de estudios donde Domingo había soñado alguna vez con abrir una misión”. Hoy, la Orden tiene diecisiete hermanos iraquíes y más de doscientas hermanas de vida apostólica viviendo en la región.

¿Cómo es la vida en Irak para nuestros hermanos y hermanas? Los últimos meses han sido testigos del terrible impacto de los ataques terroristas Islámicos en contra de los Cristianos en Irak, así como del martirio de nuestros hermanos y hermanas Católicos. Esta abierta persecución en contra de los Cristianos fue ya condenada por el Santo Padre y la Orden de Predicadores publicó una declaración a través de su delegación en la ONU.

Nuestra familia en Irak se compone de los frailes de la Provincia de Francia que son miembros de un Vicariato Provincial para el mundo Árabe, los cuales tienen dos conventos en Irak: uno en Bagdad y uno en Mosul, con 7 sacerdotes asignados a esa región.

Las Hermanas Dominicas de Santa Catalina de Siena son una Congregación que fue fundada en Mosul, Irak, en 1877. Esta Congregación cuenta con 141 hermanas profesas y una novicia. Su apostolado principal es la catequesis y trabajan en Palestina, Líbano, Italia, Irak, y Jordania.

Las Hermanas Dominicas de la Presentación tienen 19 hermanas en Irak. Esta comunidad ha estado en Irak desde 1893. Ellas reportan que los Cristianos están temerosos de la persecución religiosa y por ende, están huyendo de su país. Solamente los más pobres permanecen porque no tienen ninguna manera de huir. Las hermanas han decidido permanecer en Irak como signo de solidaridad con los más pobres y continúan trabajando en escuelas, guarderías y hospitales. Ellas tienen miedo, pero ponen su esperanza en Dios y afirman: “Queremos permanecer en nuestro país, entre los cristianos que son pobres y entre los musulmanes de buena voluntad. Todos ellos son hijos e hijas de Dios y merecen ser ayudados”.

Basado en informes publicados por: Godzdogz y CIDALC







Promotores de Justicia y Paz







La Comisión Internacional Dominicana de Justicia y Paz ha creado una nueva sección en su página Web (www.jp.op.org) en donde se puede encontrar un mapa interactivo. Hasta este momento, el mapa (ya en funcionamiento) ofrece información sobre los hermanos y hermanas que están envueltos en programas de conscientización, campañas o que han decidido representar algún aspecto que refleje los valores de justicia y paz.

En el futuro cercano esperamos incluir información acerca de varias iniciativas de justicia y paz que se están llevando a cabo, ya sea de modo local o regional, por parte de miembros de la Familia Dominicana, así como información acerca de aquellas acciones que tienen que ver con aspectos esenciales, tales como la paz y la seguridad, la emigración y la justicia económica.

Por este motivo, nos gustaría invitar a la Familia Dominicana a que nos envíen noticias de situaciones actuales que tengan que ver con ustedes, nuestros hermanos y hermanas, así como información acerca de quiénes son ustedes y qué están haciendo para testimoniar el Evangelio con su vida. Por favor, visiten nuestro sitio Web www.jp.op.org y opriman el botón del continente, país o ciudad de su interés y escríbanos a jp@curia.op.org, escribiendo en la ventana de ‘asunto’ (subject line): Interactive Map News / Mapa Interactivo - Noticias





Click aquí



Fuente: IDI Febrero 2011

http://mjd-milagro.blogspot.com/

lunes, 14 de febrero de 2011

Tocando al frente





Ando despacito
porque ya tuve prisa
y llevo esta sonrisa
porque ya lloré de más.
Hoy me siento más fuerte,
más feliz quién sabe
y llevo la certeza
de que muy poco sé o nada sé.












Conocer las mañas y las mañanas
un sabor de mazas y de manzanas.
Se precisa amor para poder latir
se precisa paz para sonreir
se precisa lluvia para vivir.
Pienso que sentir la vida
sea simplemente emprender la marcha
de ir tocando al frente.
como un viejo arriero va llevando la manada
desandando días por largos caminos voy
caminos hoy...





Todo el mundo ama un día
todo el mundo llora,
un día gente llega
y otros te abandonan.

Cada uno busca
componer su historia
y cada ser en sí cargará el don
de ser capaz y ser feliz









Autores: Almir Sater/ Renato Teixeira
Album: Repechando la senda


MI BLOG http://mjd-milagro.blogspot.com/