viernes, 19 de septiembre de 2008

VI Encuentro de Familia Dominicana



Como muchos de ustedes sabrán, nos estamos preparando para un nuevo encuentro de familia, con el lema: 800 años: Tiempo de Contemplar y Amar - “Oración y Compasión en la Orden Hoy”. Queremos volver a encontrarnos y volver a nuestros orígenes para compartir como verdaderos hijos de Domingo, afianzar nuestros lazos dominicanos y celebrar juntos los 800 años de vida de nuestra Orden en el mundo entero.

Antes de profundizar en detalles, recordemos lo que hemos vivido en los encuentros anteriores:

1992 Por amor a la verdad
1995 Caminos proféticos hacia el año 2000
1998 Unidos a Domingo, convertirnos hoy para celebrar mañana
2001 La Familia Dominicana unida para la misión
2004 Enviados, ¿a quién?

Con el mismo gozo con el que hemos participado de los encuentros anteriores, queremos prepararnos para compartir con un corazón dispuesto para alabar, bendecir y predicar como familia, las maravillas que el Señor obra en nuestra Orden.

Este VI Encuentro Nacional de Familia Dominicana, se realizará en la provincia de Córdoba, en San Antonio de Arredondo durante los días sábado 11 y domingo 12 de octubre del corriente año, en la casa de los hermanos franciscanos.

Esperando con ansias encontrarnos, nos despedimos con alegría por esta nueva oportunidad con la que contamos para compartir nuestro caminar dominicano.

En Jesús y en nuestro padre Domingo.

SECRETARÍA DE LA COMISIÓN ORGANIZADORA
FAMILIA DOMINICANA 2008

lunes, 15 de septiembre de 2008

HH DD

Por la profesión de los consejos evangélicos
de obediencia, castidad y pobreza,
las hermanas hacemos una total consagración
de nosotras mismas a Dios,
para vivir con más plenitud la del Bautismo,
dedicándonos más íntimamente a su servicio
y a la búsqueda de su gloria.

Esta consagración, nos lleva también a imitar
mejor la forma de vida que escogió el Hijo de Dios
cuando vino a redimirnos y que
propuso a los discípulos que quieran seguirle
más de cerca.

Somos así un testimonio de que los bienes celestiales
se hallan presentes ya en este mundo,
poniendo de manifiesto, de una manera peculiar
ante los hombres, la elevación del reino de Dios
sobre todas las cosas terrenas.

Liberadas de todo lo que pueda poner
límites a nuestra entrega nos hacemos más aptas
para realizar una labor más fecunda
en la Iglesia y en el mundo.


Constituciones de la Congregación de las
Hermanas Dominicas del Santo Rosario Cap 1, Art II Nº 19